¿tan pobre está el uruguay que tiene que andar mangueando celebraciones ajenas?

se me dirá que los gurises se divierten, que qué lindo es disfrazarse y qué se yo cuánta cosa más, y estoy de acuerdo: que los gurises la pasen bien y salgan a jugar a la calle está bárbaro, pero esto del halloween uruguayo me parece una porquería.

si tuviera algún rasgo local, si se hubiese dado un proceso mínimamente conciente de apropiación, cambiando algunos símbolos del asunto, mezclándolos con algo local, vaya, pase y quede; pero calabazas, aparataje naranja y negro, canastas para juntar dulces (porque en halloween no son caramelos, son "dulces", y los gurises no son gurises, son "niños") y los chiquilines diciendo "dulce o travesura" (¿"travesura"?) me parece una porquería, una acción por omisión, una forma de desidia colectiva.
y no es una responsabilidad de los gurises, por supuesto.
esto es una batalla perdida de la imaginación y de la libertad, y una batalla ganada de la tele y las películas gringas berretas o, lo que es lo mismo, una batalla ganada de toda esa cosa fea, enorme y hambrienta que hay ahí atrás, morfándose el mundo por pura codicia.

eso, pienso y siento que con esto del halloween local perdimos algo. ganamos unos caramelos, capaz, pero a qué costo.

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